29 nov 2019

El Peronismo Asintomático

Una introducción necesaria

Esa compleja corriente de pensamiento, que por comodidad narrativa llamamos simplemente Peronismo, se comporta dentro de la sociedad como un virus dentro del cuerpo.  Su ansia proselitista observa la misma lógica que las iglesias, tentando a la feligresía con mística por sobre argumentos, para luego, concluida esta primera etapa de la captura del alma del individuo, pasar a la siguiente: salir de la mística para discutir argumentos.

Esto es así por un motivo importante, el proto-peronista -ese individuo no asumido aun- no alcanzará a ver los argumentos, los números duros, puesto que muchas veces tiene activado un “antivirus” ideológico.  Este "firewall" no permitirá que los datos lleguen al intelecto del yo, por ello, los argumentos deben buscar la forma de ingresar por el lado del arte, de los sentimientos ligados a este.  Por bellos.

Algo tiene que ver aquí la re formulación que propusiera Howard Gardner de los conceptos “Verdad, Bondad y Belleza”.  

Esta cuestión al menos "porosa" de las tres virtudes clásicas.

Vemos a diario peronistas en pausa, los -nos- reconocemos, les duele el hambre del otro, le dan una moneda al malabarista del semáforo, compran medias al vendedor ambulante, lagrimean escuchando "El viejo Matías" de Victor Heredia.  Solo les falta hacer la "V".

Son peronchos ignorantes de su condición, somatizan la enfermedad, meros portadores sanos


Las cosas tienden a parecerse al color del cristal con que se miran.  Si el niño desayunó en un hogar donde se escuchó a diario las hermosas sentencias logicas y esperables:  

“Esos negros de mierda” 

"Si andan en moto son vagos planeros" 

"Bolivianos hinchas de boca" 

 

Puede ser altamente probable que ese niño haya desarrollado a lo largo del tiempo una cierta inmunidad a la metáfora: “la patria es el otro”, bella per se y que esa belleza pueda conmover su corazón.

Puede que asi no alcance nunca la lectura del libro de Rodolfo Walsh sobre la masacre de José Leon Suarez y que eso despierte grandes sentimientos en su yo.  Pero, por el contrario, seguro corazón es vulnerable a escuchar por error a León Gieco y su "el Angel de la Bicicleta".  Por simpatías estéticas.  Llega a las últimas por comodidad, no hay tiempos de lecturas, si de escuchar por error una música e indagar porqués.
 



 

 

El milagro estético


Solo hay que dejar que el tiempo obre su milagro terapéutico, para hacer aparecer la pregunta sobre quien era Pocho Lepratti, porqué subió a ese techo del comedor, a gritar a unos policías que no disparen porque “adentro solo hay pibes comiendo”.  El disparo final que le desgarra la garganta que termina con la vida de Pocho. 

Instante este en que abandona el carácter humano y se convierte en símbolo, dibujo en las paredes y canción.   Y es desde allí las efemérides de las navidades nunca vuelven a ser lo mismo en la Argentina.

Es muchísimo mas lógico rezarle a un flaco rosarino de barba al que mataron las fuerzas represivas por defender a los débiles, que a un flaco palestino de barba, al que mataron las fuerzas represivas por defender a los débiles.

La estupidez creo que pasa por suponer que este es mas dios que aquel primero.

El final de la historia de Pocho nos muestra al policía que disparara en libertad, mititante del Pro.  Como si faltaran símbolos.

No somos mas que la aceptación de símbolos

El peronismo cuenta con toda la carga emotiva, los mitos fundacionales, la fratria, su propia liturgia, sus símbolos, toneladas de ellos.  Hermandad que coagula y que se reconoce en esos gestos, frases y símbolos.

Acá nos encontramos frente a una paradoja muy interesante.  Los mismos símbolos que sirven de aglutinante hacia adentro, funcionan como repelente hacia afuera.  La marcha o el chori cohesionan y amalgaman a la tropa propia, pero hacia afuera generan rechazo, precisamente en ese sector objetivo, la
intelectualidad sensible clase media, los habitantes de Corea del Centro.

El desafío

Debemos encontrar seres sin el antivirus del odio al negro, o que teniéndolo sean permeables al arte.

Odio que es el tratamiento mas simple que tienen para dar tratamiento al Miedo al otro.  Temen en secreto convertirse en eso, descubrirse llevando el ritmo de la marcha con las palmas como Gaby Michetti en el Senado.

La derecha lleva una ventaja muy importante, ha berretizado de manera horrorosa el discurso, la estética.   Volvió todo dadá, naif, bizarro y lo político se nutre de lo estético -o viceversa- comparten cartelera. La política tiene el nivel de complejidad -aparente- de una app para android.

Quien se deja atrapar por el discurso bizarro, pronto termine conociendo mas del ascenso europeo de fútbol o el casamiento de la modelo de turno, que del golpe de estado en Bolivia, el cambio climático o sobre la relación agrotoxicos y cáncer.

Una industria del entretenimiento enfocada en la simpleza intelectual del individuo y su odio (miedo) al otro, pugna del otro lado por llevarse las "almas" sensibles.  

El resultado es depresión, ansiolíticos, alcohol, viajes para la selfie y compra compulsiva de dolar Blue

Los viajes son larguísimos, en horas de vuelo y cuotas en la tarjeta, para la selfie en el lugar común.  No es casual que las muertes por Selfie en el 2019 fueron 19 veces mas que por ataques de tiburones.

Entre los miles argumentos en contra de políticas del populismo, encontramos la restricción a las importaciones, por caso: licuadora.  Si bien tenemos que atender a esas necesidades, también debemos trabajar desde los primeros momentos de la formación del niño en deconstruir ese egoísmo que llevará inexorablemente al mundo a la tercera, inevitable y última guerra mundial.

Ahí es donde somos fuertes con tantos lugares comunes:

“El amor vence al odio.”  o  “La patria es el otro.”

La derecha, que todo lo rompe, troca esto por “por la patria es el odio”, pero ya es otro tema.

Enlightenment

Hay un momento de la “Iluminación” groncha, para lo cual nada mejor que mostrarlo en boca de sus conversos.

Sostengo que capturando el alma de esos seres sensibles, pronto llegará la conversión.  Me viene a la memoria una joven llorando de alegría gritando su conversión en un spot televisivo, gotitas de saliva al aire, lágrimas y palabras de agradecimiento a una mujer.

A diario damos con gente que argumenta en favor de tal o cual política
económica, posición tomada respecto de la “Res Publicae”, la cosa de todos y descubrimos que es un peronista en pausa, que aún no tuvo su momento de iluminación, ese momento mágico que los doctos en matemática llaman el “momento ¡Ahh!” que ocurre a la mitad de la ecuación, se descubren a si mismos.

Abundan ejemplos que van desde Agustín de Numidia -que escuchó una voz diciéndole "toma lee" en latín, al darse vuelta encontrar la Biblia- pasando por historias de culturas orientales, que dan importancia a ese momento de auto descubrimiento, el Satori Zen o el Nirvana budista, esa bienaventuranza no es ajena al justicialismo.

Asumimos que llegado un punto, este asintomático sospecha su destino ominoso, por cercanía discursiva con la línea anterior, destino que lo espera paciente.  Nunca somos otra cosa que lo que debemos ser, o no seremos nada, como dijo el general... San Martín.

Momento de quiebre, que -opinión personal- se origina en el arte, porque el
arte del pueblo se hace con el corazón, no en las academias y nos empuja
inexorable e indefectiblemente a tomar partido.  

Ahí el individuo se debate entre aceptar su conversión a la nueva Fe o continuar en la comodidad del "endeble esquema de creencias" anterior, donde el negro cabeza de termo es objeto muy prolijamente odiado. Y está bien que así sea.

Como en todo amor, cuanto mas se acerca el sujeto al Objeto, crece la tensión, que se satisface en la búsqueda del placer.  Verdaderos "ríos de tinta" han corrido en la academia psicoanalítica. Festival de tensiones entre objeto y placer.

Aceptación que llega con una carga simbólica muy importante; el inmigrante ideológico es recibido con estrofas de marchas, refranes, canciones e íconos.  Una creatividad sin límites y frases celosamente guardadas por ancianos memoriosos como en el Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.

Y como en Alcohólicos Anónimos.  Hay testimonios, que colaboran en la producción lacrimal.

Testimonios

Esto último termina de forzar al individuo a la conversión:

“Me hice peronista porque no se puede ser feliz en soledad” -Leonardo
Fabio.

"Soy peronista porque el primer pan dulce que hubo en mi casa me lo dió Evita" -Carlos Monzón.

“El marxismo es la clase de educación sexual y el peronismo es cuando
se coge.” Pedro Saborido.

Ernesto Sábato recordaba una cena en el norte argentino, con anfitriones muy leídos y correctos, con muchos cubiertos a los costados del plato, brindando en la cena por la noticia del cáncer o la muerte de Evita, mientras observaba por una puerta entreabierta a la servidumbre llorando desconsoladamente.  Puerta que se convierte en espejo en la cabeza del escritor y lo comprendemos nosotros espectadores temporales de esos actos.

Muchas veces es el espanto quien nos indica el camino a seguir, no la brújula del dolor -como indicara Freud- sino del Horror.

“Viva el Cancer, Escribió en un muro una mano enemiga al hacerse
pública la enfermedad de Evita, en 1952.” Por Eduardo Galeano. 

O estas esclarecedoras palabras del contraalmirante Arturo Rial dijo a
trabajadores municipales:

“Sepan ustedes que la Revolución Libertadora se hizo para que en este
bendito país el hijo del barrendero muera barrendero”

O tal vez otro tipo de testimonios, los que explican el fenómeno desde afuera.

“No volví a creer en Perón, pero entiendo muy bien por qué otros necesitan hacerlo. Aunque el país sea distinto, y la felicidad esté tan lejana como el recuerdo de mi infancia al pie del limonero, en el patio de mi casa.” Osvaldo Soriano. (Gracias Manuel Andreatta)

Llegando finalmente a los clásicos: 

“Soy peronista mas que nada, porque somos gente a las que les cuesta ser dichosa cuando, a su alrededor, ven sufrimiento ajeno”
"El día que vi quienes eran los enemigos del peronismo, me hice peronista"
Alejandro Dolina. (Gracias Silvia Maldonado) 

Sospecho en esta línea del tiempo como el periodismo, la historia y el mito, difieren las calidades de veracidad a medida se sucede la narración del hecho, aceptando siempre que la historia la escriben los que ganan y que los recuerdos "mienten un poco, siempre fue asi" como bien sugiere Carlos el "Indio" Solari.

Enrique V


Shakespeare narra la batalla de Agincourt, ocurrida el aciago día de san Crispín, en una obra que cierta doctrina cataloga como menor, pero que a mi me gustó mucho, Enrique V.  
 
En estos casos no nos interesa en el arte el rigor histórico, sino la belleza de las palabras.  Solamente la arenga del rey Henry a sus escasos y enfermos hombres, merece la lectura del clásico en versión libro, o ver la película de Kenneth Branagh o la concurrencia al teatro.

Aquellos y aquellas sensibles, tragarán varias veces saliva en ese punto de la obra.  Sigo sosteniendo la necesidad del arte, la necesidad de forzar la sensibilidad y la belleza.

En la obra entra en juego la distorsión selectiva del número de las tropas de uno y otro lado, algo que observamos frecuentemente, cuando la historia deja de ser historia y empieza a ser mitología, Leónidas y sus Trescientos en el paso de las Termópilas, es otro claro ejemplo.

En Agincourt, Shakespeare sugiere que los ingleses eran apenas unos cientos y los franceses decenas de miles, que el rezo al santo Crispín -como Agamenón en Troya- ablandó el corazón del dios y les dio la victoria.

Pensamiento mágico que no hace otra cosa que embellecer la narracion. Porque convengamos, nos gustan las historias fantásticas.

Ademas del error numérico, el autor omite mencionar -sospecho que dolosamente- un detalle aparentemente menor.  Esta fue la primera batalla en la que se dispusieron arqueros detrás de las primeras filas de infatería, en este caso las británicas, hecho que hiciera estragos en las líneas francesas, tomando los ingleses tantos prisioneros heridos que estos -fieles a un estilo- llegaron en cierto punto de la batalla, en que asesinaron a esos prisioneros a sangre fría, para evitar incontrolables motines.  Tambien omitido por el Bardo en su narración.

Pasaron de la condición de "prisioneros" a "muertos" en un solo y mismo acto, no aclarado, como en la dictadura de Videla en los setentas o las democracias low cost de América Latina hoy.

¿Que puede aportarnos esta batalla a la simbología, la mística, el "merchandising" peronista?

Aporta, tal vez, uno de los símbolos mas fuertes: La "V", el saludo a través del cual la fratria se reconoce.

La mitología -a diferencia de la historia- no adquiere valor por cierta sino por bella. No tiene mucho sentido discutir sobre la existencia o no de Jesucristo.  Discutimos le belleza de las historias que lo nombran.

Ponemos en valor sus metáforas, como “la tierra para el que la trabaja”.

A menudo, la belleza del mito es demasiado perfecta, no se detiene en los detalles macabros, o las debilidades del héroe. Otras veces asistimos al engrandecimiento del héroe desde otra perspectiva. Lo que para la feligresía cristiana ortodoxa puede parecer una aberración: Cristo amante de Magdalena, para otro sector esto lo “humaniza” y mejora la “pintura”, el relato.

Un Manuel Belgrano gay, como sugiere alguna doctrina con la intención de  reducir su valor en la historia para el revisionismo siglo XXI, puede acercar una lectura distinta, mas amplia, mas bella, mas varonil incluso:

“Un abogado bien, de familia acomodada porteña,que destinan con solo una pieza de artillería y no mucho mas de cien hombres a detener todo el ejército realista, y como táctica elige EXIGIR a los lugareños que destruyan sus campos y quemen sus haciendas, porque lo mandan los porteños”. Los héroes de Marvell ni barren al lado de Manuel.


Mientras que los símbolos aportan a las causas la emoción y la belleza, las estadísticas acercan justificaciones lógicas. La política es un territorio a mitad de camino, no es lógica sino “El arte de lo posible” como decía Aristóteles. "El arte solo ocurre". Leí en otro lado, creo que de Borges.

La Explicación de la "V"

Volviendo a la batalla en Normandía, allá por el 1400, otro sector de la doctrina comenta, que a los arqueros ingleses capturados, los franceses les cortaban los dedos índice y medio de la mano derecha, los dedos con los que se tensa la cuerda del arco, inutilizándolos así para la batalla.  No los mataban, algo mas humanos que los ingleses, los inutilizaban para la batalla.

Luego, los arqueros ingleses sanos saludaban a las tropas enemigas con
estos dos dedos en alto, signo que llevado significado -a palabras- sería algo como:

"Aún puedo disparar" 

Una aparición temprana del posterior: 

“Vamo a volveeeeee”

Esto funciona a nivel simbólico, al resumir en una sola palabra -o solo un signo en este caso- procesos políticos, emociones, teorías económicas, prácticas, mitología, misticismo, arte, etc. En otras topologías, donde la "chusma" no cuenta con este tipo de “aglutinante”, se nota la falta -brilla por la ausencia-, como el claro ejemplo de las protestas chilenas, donde faltan carteles, banderas, "mística" y esa señal homogénea y clara al enemigo de estar en pié.

La "V" es venceremos, es vamos a volver, o tal vez solo señalar que nos quedan mas dedos en las manos con los cuales presentar batalla.

Marco 04 NOV 2019

18 nov 2019

Las futuras cazas de brujas

Durán Barba no tiene ni la virtud de la Originalidad.  Copió a a Goebels y a Timsit.

Lo realmente innovador, de parte de los Macri y Peña Brown, Bullrich y demás responsables del desastre argentino de la última alianza antiperonista, es el apego al guión a rajatabla.

Los medios masivos operaron en perfecta coordinación de relojería con el aparato estatal, con el agregado de un par de actores nuevos al final del período, como las iglesias marketineras norteamericanas, que ajustan su discurso a la perfección.

Debo reconocer que resolvieron una duda existencial, de las mas importantes, que me acompañaba desde la mas tierna infancia:

¿Que gana la CIA financiando iglesias en el tercer mundo?

o

¿Porqué la Meca de estas iglesias están en USA?

Los aparatos ideológicos del estado que mencionara el genial Althusser allá por los sesentas.

Estamos asistiendo como la derecha vuelve a los años treinta en Europa, al discurso xenófobo y racista, seguramente sabiendo que no tiene otra opción. 

Distraen imponiendo una agenda de quinientas medidas anti populares, que van aplicando paulatinamente -aumentos de servicios de los que se benefician al ser dueños de las empresas- otros se difieren -reforma laboral- otros pasan sin que lo notemos -reforma previsional- mientras personajes mediocres que rayan el absurdo militan en favor del derecho a ser pedorros -Mirta, Susana, Naboleti, Casero-

Este último hace el chiste del Flan y los LEGISLADORES oficialistas no lo entienden, mutando de posición la tragedia y la comedia.

Les explican con metáforas meteorológicas o luces al final del tunel, propios de libros de auto ayuda, como van a ir perdiendo derechos, pero que está re bien.

- Re No da!

De hecho el personaje Heidy es quien mas enérgicamente responde a la sátira de la actriz que -intenta- hacer el grotesco de algo que ya es muy grotesco.  Una gobernadora que destruye la provincia, protegida en una fortaleza militar, todo set de Trumman Show y actuación digna de novelas de Migré.

No explican ningún número, su público pretende explicaciones de que hicieron con el dinero pedido al FMI, es demasiado complicado para el intelecto medio, para los "simios con emociones" cuya máxima aspiración es el Iphone, las Nike o la mini pimer que compra en Chile, las misma que vio en la serie de Netflix que usa Luis Miguel, el rapero de moda o esos productos enlatados musicales, salidos de un Reality Show, tan o mas pedorros que su público.

¡Que tiene Derecho a la pedorritud!

Lo realmente preocupante es que años atrás la Cia necesitaba pinchar teléfonos para saber que hacía la población mundial, el décimo mandamiento de Timsit "conocer al público" hoy eso está perfectamente tercerizado en gente que lo hace muy bien, lo hace Mark Suckerberg, le vende esa preciosa información a los gobiernos y empresas, que son lo mismo, mientras los usuarios complacientes dan LIKE a cada estupidez que aparece en e muro de la estupidez.

-- 

Estrategias de manipulación de Sylvain Timsit que erroneamente atribuimos al genio de Noam Chomsky.

La estrategia de la distracción
Este se considera el elemento principal del control social, y consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica de la inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es también esencial para evitar que el interés público en el conocimiento esencial en otras áreas como la ciencia, la economía, la psicología, etc. el objetivo es tratar de mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivado por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, sin tiempo para pensar…

Crear problemas y después solucionarlos
Este método también se llama “problema-reacción-solución”. Se crea un problema o una ‘situación’ que pretende causar cierta reacción en el público, pero en realidad lo que se busca es que la masa acepte las medidas a tomar. Por ejemplo: se permite que se desarrolle o se intensifique la violencia urbana, o se organizan atentados, con el fin de que el público sea el demandante final de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. Otro ejemplo sería: crear una crisis económica para que se acepte como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de ciertos servicios públicos.

La estrategia gradual
Se trata de lograr la aceptación de una medida inaceptable, aplicándola de forma gradual, lentamente, incluso durante años. Esa es la forma en que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas como el neoliberalismo, fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: haciendo privatizaciones, incrementando la precariedad, el desempleo masivo, el control salarial, no garantizan un ingreso decente, etc. Todos estos cambios habrían llevado a una revolución si se hubiesen aplicado de golpe.

La estrategia de diferir
Otra forma de aceptar una decisión impopular es presentarla como “dolorosa pero necesaria”, obteniendo la aceptación pública en el momento, con la promesa de aplicarla en un futuro. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no debe hacerse inmediatamente. Luego, porque el público tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo a la masa acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

Dirigirse al público como si fuera un niño
La mayor parte de la publicidad dirigida al gran público se realiza utilizando un discurso, argumentos, personajes y entonaciones algo infantiles, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o poco conocimiento. Cuanto más se intenta engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Al parecer cuando alguien se dirige a una persona como tuviera 12 años o menos, es más fácil sugestionarla, ya que se tiende a obtener una respuesta o reacción también desprovista de sentido crítico como una persona de 12 años.

Utilizar el aspecto emocional antes que la reflexión
 Utilizar el lado más emocional de las personas es una técnica clásica para detener el análisis racional de una situación, así como su sentido crítico. Por otra parte, la utilización de un registro emocional permite acceder más fácilmente al inconsciente para implantar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.

Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Se trata de lograr que el gran público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control (recortes en educación, recortes en profesorado, en becas, masters carísimos, carreras imposibles casi para una gran población, subidas de IVA cultural como si de un artículo de lujo se tratara… y muchas cosas más).

Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover la creencia de que está bien y está de moda ser una persona vulgar, inculta, poco intelectual o correcta…  no hay más que ver qué espacios televisivos se convierten en líderes de audiencia como Gran hermano, supervivientes, el fútbol que le da mil vueltas a cualquier otra programación.

Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que solamente él es el culpable de su propia desgracia, debido sobretodo a su falta de inteligencia, sus pobres capacidades, o su falta de esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se culpa y se auto desvalida, lo que desemboca en un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución…

Conocer a los individuos mejor que ellos mismos
 A lo largo de los últimos años, los avances de la ciencia han sido tan acelerados que han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, las neurociencias y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológica. El “sistema” ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el “sistema” ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

10 nov 2019

El asedio a la fortaleza de los quemantucas

Sarcasmo Castrense

Altivos y valientes marchan los últimos hombres del general Jürgen Slamastik.

Merma la soldadesca merced a la última hambruna.

Hambruna que algunos la atribuyeron a la iniciativa oficial por reducir el peso corporal promedio de la tropa (mediante una dieta magra en proteínas), cuando en realidad todo fue una desinteligencia logística.

La locura, la envidia malogran la moral de la tropa.

Detalles nimios -al vulgo- son motivo de queja histérica de la soldadesca. 

Recibir constantes quejas sobre los entallados uniformes del enemigo, el corte de las calzas, el rosa chicle de los pañuelos, botas altas durazno, ofenden el intelecto y la hombría del General.

No menos importante son la cobardía, el Netflix o el candycrush, distraedor de los buenos hombres.

A las frecuentes deserciones, se sumó días atrás el grave incidente del batallón perdido en la espesura del monte jugando a La Escondida

Serios informes de auditoría adjudicaron el error al alarde -posiblemente excesivo- del uso del camuflaje; otro punto de vista, a una impericia cartográfica, cuando lo mas probable fuera abuso de tóxicos lúdicos de parte de la oficialidad al mando del grupo.

Aún suele escucharse la varonil voz del Primer Teniente Patricio Del Coso, gritando al poniente nombres de integrantes del batallón, al azar, con la vana esperanza de verlos aparecer detrás de un tronco añoso o un helecho serrucho. 

- Pietrabuona, Dani Alves.  Resistencia, Chaco!  -¡Lo vi soldado!

- Arroyo Maldonado, Luis Enrique.  Monte Quemado, Santiago del Estero.  -Paso al frennnn ... te.  De frenteee.  ¡Mar!.

- Cansamelbaso, Aníbal.  Localización IDEM.  Salga.  Es una orden.

Ahorra energía evitando repeticiones cartográficas, por lo que agrupa los soldados de las mismas localidades.

El General Slamastik comanda algo mas que despojos de lo que otrora fuera un ejército invencible, ejemplo de gallardía en la región.

Cuentos, poemas, óleos y hasta piezas musicales aun recuerdan proezas bélicas y amores dejados al paso de la tropa.  A un suboficial de este regimiento se le adjudica una zamba compuesta para un noviazgo breve, antes de la batalla. 

Dos horas.  El noviazgo. 

La batalla duró algo mas.

Ese preciso esquema afectivo que algún sector de la clínica denomina amor express.

La zamba "La Humectada"

Endecasílabo centrado en la llegada de la niña al batallón, en medio del aguacero.

Escuchando la zamba es casi verla, remera roja con un Círculo y una "A" negligente y tangencial, pañuelo verde proderechoso, a tono con el cabello.

Mirada mas firme que toda la tropa.  Bandera de cuadritos multicolor, cantando un totalmente extemporáneo:

"... Y tu vendrás, marchando junto a mi...

la luz de un rojo amanecer... "

Marchan los hombres de Slamastik al asedio final de la fortificada ciudadela de los quemantucas, pueblo célebre entre sus enemigos por su hostil comercio verbal, su literatura idealista y su incipiente, aún, turismo gastronómico.

Llama poderosamente la atención la práctica que los sociólogos estructuralistas bautizaron Filantropía de lo Ajeno.

Encuentran los locales, un extraño placer en la bajeza discursiva hacia los pueblos vecinos, en la chanza grosera que tantas vidas cobrara en propios y ajenos, cual teucros y aqueos a los pies de la bien amurallada Ilión.

Placer que atenta con los planes oficiales de incrementar el Turismo Receptivo

Discurso etnocéntrico mucho mas acorde a popular en estadio de fútbol, que a relaciones internacionales entre naciones vecinas civilizadas, que desoye evidentemente mandatos estilísticos del decoro y la prudencia como la transcripción de un email reciente.

- "Reclamamos enérgicamente a los negros de mierda de nuestra nación vecina, interrumpan su intromisión política reclamando por presos políticos, puesto que estos son unos indios cagados de hambre y negras culo roto..."

La soldadesca de Slamastik abandonó la comodidad de sus hogares para cobrarse la innoble afrenta de los quemantucas. 

Los lenguaraces trajeron veneno en sus palabras, ojos enrojecidos, tartamudeos y altos en el relato que denotan ofuscación o abuso de tóxicos:

- "Ellos decir Boston significar Caca Grande."

Hecho que despertara "preciosas y esperables lealtades"

La leva reclutó lo mejor de las juventudes locales, entre cuarteles de bomberos, clubes de rugby, claustros universitarios y casas de degustación de glandes, para lavar el honor con sangre enemiga.

Las tropas leales -lo que queda de ellas- proponen al general un duelo de gallito interdental, de hip hop o BMX y evitar con ello la lucha franca y directa.

Cabecea negativamente el general Slamastik, en creciente y entendible enojo hacia si mismo, observando franqueza en los ojos de los soldados y piensa:

- Lo dicen en serio.

- ¿Quién me manda a mi con estos pelotudos? -Se autoamonesta con leves y sonoros golpes de la cara interna de la mano derecha a la frente, mientras eleva los ojos al sol hiperiónida, no en busca de auxilio celestial, sino evalúa la alta radiación solar por recordar el olvido de la gorra y el protector solar 40, que cubra su alopecia crónica.

Siente brotar la negra ira, que parte del lógico y esperable: "son chicos", pasando por "tortura seguida de muerte", hasta llegar finalmente y como es frecuente; a la duda vocacional, recordando la repetitiva sentencia de la finada madre:

- Tito, cuando seas grande tenes que ser service de PC-

Y su correspondiente amonestadora autorespuesta del superyo.

- ¿Porque no le hice caso a mamá?-

Duda el general asomado en lo alto del peñón, si avanzar con el pronto amanecer, mientras inspecciona inconscientemente el orificio nasal izquierdo, con el índice de la mano correspondiente.

Palpa el resultado de la pesquisa, apelotona, amasa -tanteando viscosidad y solidez- el contenido entre pulgar e índice, mirada perdida en el horizonte, Ojos húmedos a la aurora de rosáceos dedos.

Ojos achinados, fijos, húmedos. ¿Miopía? ¿Basurita que trajo el viento o lisa y llana duda?

- ¿Aprovechar la distracción del enemigo a la hora del Bailando por un sueño o esperar el sueño profundo?

Analiza el general la opción de intervenir en la señal satelital con hackers, cambiar el contenido y trocarlo por publicidades generosas en glúteos femeninos que hasta podría pasar desapercibido.

Se debate, sopesa, estima en su Yo el envío de un Grupo Comando que agregue LSD a la red de agua potable, mas desiste.  Se daría así la extraña paradoja del enemigo convertido en amigo.

Conoce las debilidades del adversario, numeroso, aguerrido y valiente, pero bastante flojo en lo cognitivo y algo pajeritos, al tiempo que estima esta falta intelectual, originada en alguna bacteria del agua y cabecea afirmativamente, se auto festeja por la sagacidad y buen criterio. 

Arriesga una respuesta por el lado de sexo entre primos, o abuso de fumigación con agrotóxicos.

Slamastik, gallardo, suelta el "lastre escatológico", descarga la bolita entre sus dedos, al tiempo que una duda estética le nubla los ojos llamándolo a la realidad.

Se observa a si mismo, de pié, perpendicular al horizonte artificial, gesto adusto, camisa impecable, botas lustradas, cinturón al tono, chaqueta de botones relucientes.  Vestigios de fluidos nasales en el puño izquierdo, que pasa desapercibido al público en general, pero que molestan sin embargo al
(sic) general. 

Dirige la arenga a la tropa alrededor del hallazgo de la flojedad intelectual enemiga, al despuntar el alba.

En el verbo, el general rememora vidas de valientes patriotas anteriores,
gestas, historias de batallas, de renuncio, infidelidades conyugales.

Habla asumiendo que sus palabras hincharán pechos y despertarán necesarias valentías. 

Levanta la voz entonces.  Ingenuidad pura, casi tierna.

Lo distrae la visera en la nuca de un par de opacos de su tropa, suelta el gallito interdental para ganarse su simpatía y se chorréa la barba.  Cuelga el resultado de la acción errónea y duda si limpiarlo con el puño de la chaqueta o disimular.

Las risas lo hacen desistir de lo último.

Lo consume el personaje, ante la proliferación del verbo.  Brotan lágrimas de excitación de sus ojos, mas escucha un harto familiar sonido escatológico, segundo plano, poco acorde a la solemnidad que exigen las horas, duele a su intelecto aceptarlo.  Demora en hacerlo, espera -ruega al cielo- haberse equivocado, pero risitas festejaticias y rostros que contienen esas risas brotan en el flanco izquierdo de sus magras filas, lo anotician que no hay error, que escuchó bien.

-Opacos -Piensa

Vuelve, dolorosamente la duda, llega nuevamente a la crisis vocacional.

Se debate el general entre la merecida Pena Capital a los infractores
haciendo peligrar con ello sus esperanzas de victoria en la batalla.  Por otro lado se autoamonesta, imagina esta calidad de soldados detrás de una pieza de artillería, vuelve sobre la díada "actitud y aptitud" y el temor se vuelve de tamaño continental, regional.  

Paradojas todas de difícil o imposible solución.

Slamastik decide reducir y fusilar en juicio sumario a los infractores, encarga la ominosa misión al coronel Ermenegildo Lamondiola, al mando de la brigada "Unidos triunfaremos".

Lamondiola aquel que se granjeara la total confianza del General, cuando alcanzara el grado de Coronel, tras la heroica, inteligente y ya legendaria actuación en la batalla de Pozo del Loto.

La risa de un valioso integrante del pelotón, hace que se malogre el disparo y dé por error con Satanás, el labrador rescatista del batallón que pasa a renguear de una pata.

Pierde así cuatro valiosos hombres, una extremidad posterior del rescatista y cuatro balas, -que echará de menos en la batalla- de la columna de los afterofistas, célebres por su resistencia a la nocturnidad, su capacidad de inventiva al Truco y su resistencia al sueño.

Se encienden luces en lo alto de la ciudadela de los quemantucas.  Pareciera que se pierde algo del original factor sorpresa.

Vuelve a la táctica, planea, imagina un movimiento de pinzas, mas el nimio número de su tropa lo devuelve a la realidad, no le da para imaginar pinza de metalurgia pesada, sino apenas una de depilar.

Su tropa es reducida tanto en hombría, volumen y suministros, mas aun, después de la acción disciplinatoria que pasará -imagina- a los libros de historia como:

"Fusilamiento en Quebrada de los Pedorros"

Conoce de su inferioridad numérica, Los quemantucas los esperan con no menos de diez mil hombres, entre mecheros, enrolladores, mas la canalla pedestre, el general solo cuenta con medio batallón. Sobreestima, posiblemente, el factor sorpresa, reducido sensiblemente después de los últimos disparos.

Continúa la arenga, recupera algo del ímpetu perdido, Recuerda Enrique V de Shakespeare, quinto acto y lo que significaron los arqueros en la batalla. 

Recuerda su carencia, solo cuenta con un cuatro de poca marca y dos centrales entre buenos y regulares, pero sabe, la defensa es un flan.

Cruzan a duras penas el faldeo que los locales llaman: Merluserus Mount, vadean el arroyo "El Escrotal".  Divisan a lo lejos la fortaleza.

-¿Alguna pregunta? -Inquiere el General a sus hombres y a sabiendas de cometer un error-

Avanza Gallardo uno de sus mejores cuadros, paso al frente, prensenta armas.

-Parte para mi General. Tengo una denuncia grave contra el Coronel Monticello.

-No tenemos ningún Coronel Monticello -Responde altivo el general-

-Acercaos y conocedlo -Responde con una reverencia teatral el soldado, que termina en una mano tomándose "las vergüenzas"-

"¡Otra vez el pelotón, la puta madre!", piensa el general mientras trata de resolver el problema técnico aritmético de ser mayor el numero de soldados a fusilar que el pelotón de fusilamiento en si.

-Señor, o sea, Mi general, o sea, con su permiso -Se adelanta el soldado Mayorga- no quiero llevarme esta duda al otro barrio, o sea si vamos a morir hoy: ¿Porque viento en popa es exactamente lo contrario a viento en papo? O sea, NADA.

El soldado Mayorga pertenece a la estirpe de los oseadores.

Risitas festejaticias, nuevamente, escapan de lo que queda de las brigadas afterofistas, afectos como son a los tóxicos duros.

-Coronel -Interrumpe el Suboficial Mayor L'achilamp- Re no da atacar a las *cero setecientas*, estamos re de cara! -Cambio.

Uno de los pasos mas importante para el éxito es el reconocimiento de las falencias propias.  El General cabecea negativamente, acepta que sacó Escuela de Guerra II con un cuatro, incluso hay quienes aseguran que "copió". 

Reconoce haber confiado demasiado en la brigada adiestrada en Counter Strike, especie de simulador de guerra, pero que aburguesa y genera demasiada adiposidad en la tropa.