¿Es la realidad lo que dicen en realidad?
19 oct 2016
Niunamenos
La piedad, es algo mas que esa piedra que talló Michellangelo en el renacimiento y que descansa ni bien uno ingresa a San Pedro, a la derecha. Imposible no experimentar piedad, observando el rostro de esa mujer con el cuerpo del hijo muerto en sus brazos.
La piedad, amig@s, es esa capacidad que vino con el homo sappiens -como especie- y lo faculta para condolerse del prójimo, para sentir como propio el dolor del otro, tan necesaria para la supervivencia de la especia, desde los glaciares para acá.
Cierta corriente antropológica sugiere que la piedad fue inprescindible para salir de la horda primordial, de hecho sabemos que un homínido femenino a la que apodamos tiernamente Lucy, vivía en sociedad hace mas de tres millones de años, a partir de una quebradura y posterior soldadura de su femur.
Durante siglos -esta llamada piedad- pareciera que sirvió de aglutinante social, después de "El Malestar en Cultura" de Freud, nos quedan serias dudas de su funcionamiento en la actualidad, como si se hubiera roto algo en el tablero de la humanidad, justo en el manómetro que indica "control de la piedad"
Pareciera que perdimos esa cuestión empática de colocarnos en el lugar del otro, para sentir su dolor. Creo que este es el principal logro de la sociedad de consumo, como si la unica consigna válida fuera "a mi me va bien, el resto que se joda"
También creo que estamos jugando con fuego y las pruebas están a la vista.
Hoy asistimos atonitos a discursos sosteniendo que el problema de nuestro pais se debe a los planes sociales, por lo que corremos el foco de esos hombres de traje, por lo general gringos formados en universidades extranjeras, que manejan la economía del mundo.
¿Hacia donde miramos en su lugar? Miramos a la negrita y -volviendo a lo freudiano- a su culpa, la colocamos en el lugar de la culpa.
Su culpa de haber nacido mujer
culpa de nacer en un barrio pobre
culpa de no terminar su educación
culpa de no saberse cuidar en el amor
culpa que se fuera ese varón que la embarazó
culpa de no saber defenderse
La lista podría estirarse hasta lo grotesco.
El gran triunfo de la derecha es valerse de nuestro sadismo, porque -aceptémoslo- nos gusta pegarle al débil, al que está en el suelo.
Aunque nos cueste reconocerlo, lo hacemos porque es mas fácil que exigirle derechos al poderoso.
Para poder esgrimir un cartel de #niunamenos, debemos primero revisar se sótano lleno de opiniones.
No dejes que cualquier petardista te llene de odio, terminas confundiendo al enemigo.
"Cuando vemos un negro venir, cambiamos de vereda" sugiere Michaell Moore en "Estúpidos Hombre Blancos", sin embargo -continúa- "ningún negro inventó la bomba atómica, ni piloteó el avión que la arrojó sobre Hiroshima, ni declaró la guerra que costó 100 millones de vidas, en ninguno de los bandos"
6 ago 2016
Los personajes del YO
A medida que
crecemos vamos aprendiendo a armar personajes para ser aceptados en
distintos entornos. La familia nos exige un comportamiento, la casa
de los tíos, otro; la de los abuelos, otro.
El individuo, a
medida que crece, va camuflando su pensamiento con el verbo.
Retórica que le llamaron los griegos. Agiornamos el Yo para
poder ser aceptados en la sociedad, o mas correctamente, las
sociedades, esas mini células de individuos que se reúnen por
compartir neurosis similares.
Comportamiento este
de esconder quien es uno, como conditio sine quanon para entrar a
circuitos puntuales, por caso, el café de los sábados de los
maqueteros, gente que se junta a discutir sobre copias a escala de
barcos antiguos.
La etimología de la
palabra persona habla a las claras de esto, hace referencia a
la máscara que usaban los actores “per sonare” en el teatro.
Esas de la tragedia y la comedia, la sonrisa exagerada… si esas.
Convengamos, no
somos la misma persona que entra al lugar de trabajo, con una remera
careta -planchada- y mocasines, que el que sale al recital de rock y
va al cuarteto otro día.
El tipo que entró
por primera vez a la casa de los padres de ella, no es el mismo que
abre la heladera y se rasca el culo -en un solo y mismo acto, aunque
parezca mentira- a los tres años.
Podemos imaginar que
este mismo pibe concurre a misa los domingos, la de la tarde, donde
hay mas minitas, solo porque le gustan algunas, porque en realidad no
se traga ni ahí la palabra del señor. Va porque están estas
minitas pura y exclusivamente. En realidad está acumulando puntos.
No es la misma
persona cuando juega al fútbol con los amigos y le están pegando a
uno de ellos, a los 10 del segundo tiempo, que ese otro que argumenta
basándose política frente a un imbécil que asegura tener la posta
del asesinato de Nisman, a partir de un banner en TN. El
instinto homicida es el mismo, cabe aclarar.
Ahora hay momentos
PLUS ULTRA, cuando toma un par de birras con amigos y sale
etiquetado en facebook, pulgar arriba en una mano y en la otra el
vaso. Si el individuo es mujer, es obligatorio el quiebre de
cintura.
Otro individuo
totalmente distinto es este personaje que se apodera de él -o de su
alma escasamente cristiana- a las 0400 en el casorio de la hermana,
cuando suena las estrofas musicales de “de reversa mami”, demonio
del que recién logra despojarse a las 1600 del día siguiente, no
sin un altísimo costo en analgésicos y/o vómitos.
Hay
casorios en los
que debe respetarse mas etiqueta que en otros, o demorar lo mas
posible la llegada del troglodita que palmea traseros de niñas, a riesgo
de ser objeto de golpizas. Existen otros casamientos en los
que está literalmente prohibido. Otros, en los que en cambio, está
totalmente permitido, el propio por ejemplo. Lamentablemente esto lo
descubrimos por lo general a una edad donde ya ni recordamos cuan
divertido era.
Ahora bien, es
cierto que existe una norma tácita -no escrita- que prohíbe, onda
código penal “se castigará con un número no inferior a
veintiocho zopapos al que palmeare y/o acariciare traseros de novias
en bodas, por bonito o redondito que fuere...” También es cierto
que existen agujeros negros del derecho, dentro de los cuales podemos
incluir los casorios. Nunca hay denuncias penales en las bodas y
todos hemos observado, en mayor o menor medida, acciones que bien
hubieran valido sus veinte años de prisión, como mínimo.
Convengamos que la
ingesta de tóxicos de distinta índole -las bodas son generosas en
tóxicos de diversa calidad y efectividad- contribuyen a la
liberación de estos demonios internos, que parecieran dormir
aletargados, pugnando constantemente por salir, como perros de
departamento, a “dar asco” como gusta decir uno de los peores
personajes de un amigo del alma.
Todo humano medio,
de la cultura que fuere, debe adecuar el yo para escuchar estupideces
y poner cara de velocidad, por motivos de lo mas variados posibles.
Por expectativa
-hasta incierta- de sexo, doctos y probos varones han debido soportar
estoicamente y sin una mueca, argumentos en favor de canciones de
Miranda, hasta el recitado de “chanchito picarón” o torturas de
distinta índole.
Por serles prohibida
-por mandato imperial- la piedad -al decir de Borges- otros deben
soportar loas a la gestión del intendente Ramon Mestre Jr.
Sin poder hacerse pis de la risa.
Para estas
emergencias, soltar la risa sin querer ante tamaña pelotudez, es
importante pre armar una excusa:
- Sorry, me acordé
de una piba amiga que me contó un chiste.
Seguido de una breve
sinopsis del chiste que nos permita salir medianamente bien parados
de la risita o carcajada frente a tamaña pelotudez, por un lado, y
por otro, salir del tema para no seguir corriendo riesgos
innecesarios.
Los taxistas son
proclives a poner a prueba los personajes de sus pasajeros, con sus
discursos pro Servicio Militar Obligatorio, o Pena de
Muerte o el subsidio a las
negras embarazadas o “con
el que mejor estábamos era con el Turco”,
mientras este pobre pasajero debe mantener vivo
de alguna forma el personaje
del escuchador, por
el solo cometido de llegar a destino, guardando celosamente -pero con
grandísima dificultad- la pregunta:
“¿Estas
haciéndome una cámara oculta o
te comiste un big mac?”
Nada impide, sin
embargo, en ciertos y determinados momentos, en presencia de ciertas
personas, el encendido del firewall intelectual diseñado e
implementado por el semidios Odiseo Torres, embellecedor de
realidades.
Ante la inminencia
de la aparición de este tipo de “obligatoriedad de oreja”, este
“antivirus” no deja pasar al yo -al de verdad- estas opiniones y
le indica al individuo los momentos oportunos para soltar cabeceos
afirmativos, las risas o las frases:
-¿Me estas
jodiendo?
O las expresiones
asombraticias
-¡Jodeme!
Para que el
mencionado taxista lo lleve a buen puerto en la felicidad de haber
encontrado un alma afín.
El correcto uso del
firewall requiere de cierto entrenamiento, porque de tenerlo
encendido constantemente el individuo se pierde de lo mas sabroso de
la vida, los motivos de risa. Se aprende a encenderlo en el momento
preciso, con cierta práctica se automatiza el encendido con solo
verle la vestimenta al interlocutor.
-Hola loco -me
cuestan cada vez mas los nombres propios- ¿Como estas? CLICK.
Bzzzz. Encendido y funcionando.
Podes escucharlo
cinco horas sin que se te altere el ritmo cardíaco, hasta incluso
responder las frases y latiguillos pre armados de manera cuasi
inteligente. Nadie lo nota.
Hay personajes de
seres muy mal nacidos que incluso con el firewall encendido logran
intercalar en la comunicación alguna maldad, una frase del indio,
por solo el placer de escucharlos preguntar:
-¿Que indio?
-
Solari
Y
cuando la cara les trae la nada misma, agregan…
-
El que jugaba en San Lorenzo.
-
Ah – y ven como crece la nada-
Imprescindible llevar Firewall donde hay riesgos, caso reunión de promoción mil
novecientos ochenta y tanto Comercial Fulano,
gente a la que hace treinta años no se ve, no es del todo polite
interpelar al que cuenta los mismos chistes Delsellianos de
adolescente alcoholizado, llamándolo a la realidad y su condición
de cincuentón.
Tampoco en
conveniente en foros o congresos empresariales, hacer la “V” de
la victoria peroncha, para indicar estar de acuerdo con alguna
ponencia. No compañero, no lo hagas, te entiendo, te sale de
adentro, pero no lo hagas. Te cuento, en estos círculos se estila
el “todo bien” -se pronuncia tobien- y bien va con B
larga, no V corta.
Si en cambio es
perentorio -en estos círculos- hacer las comillas con los índices y
medios de ambas manos para enfatizar frases. Decir “hacer foco”
en lugar de “hacer hincapié” que alude a lo mismo, pero bastante
mas demodé, o utilizar el adverbio de cantidad “nada”
como punto final de todas las oraciones, acompañado de leve
levantada de hombros.
Es tendencia.
Hay quienes
confunden el personaje y sacan el que no corresponde en momentos
inadecuados, la clínica les encontró el título de sociópatas.
Hay quien sugiere
que no hay malas palabras, sino lo que hay en realidad son palabras
usadas en tiempo y lugar inadecuados. Una palabra puede malograr la
calificación para el empleo en la entrevista laboral, o para
granjearse el respeto del alumnado, o la cara de asombro de los
suegros.
La voz popular
encontró el verbo “derrapar” como el mas adecuado para referirse
a estas acciones verbales.
-¿Te bancás los
pibes en la cara? Pareciera ser muy mala frase para final de cuento
de sobremesa. Lamentar la muerte de Hugo Chaves, resultó mas grave
para Sisoco, horrorizados mutuamente todos.
Basta el asombro de
uno solo de este binomio matrimonial, por lo que fuere, este
último se encargará de convencer a su par, para luego ejercer con
su descendiente las acciones destinadas a llamar al orden la
individuo que no utilizó el personaje adecuado en el momento y lugar
adecuados. No en cualquier lugar ese puede ser peronistabolivariano.
Para ser mas
exactos, no se puede ser YO
en cualquier lugar y momento. Hay que ser quien se espera ser.
Cualquier acción
puede delatar al personaje inadecuado en el lugar inadecuado; ropa,
aros, escupitajo interdental, encendida de algo para fumar, tic de
restregado nasal, mirada al contorno de la novia.
Esos personajes
empiezan a tomar forma en la medida que el individuo necesita
interactuar con el medio, salvo los técnicos que mantienen un solo
personaje jamesboniano. A cierta edad universitaria estos personajes
llegan a madurar y convivir armoniosamente en el yo, amesetados,
momento en el que alcanzaron un punto justo y trabajan solos, como
bien sugieren los escritores.
Mantienen al
individuo con vida, relacionándose sin mayores sobresaltos -o no-
apareciendo en escena a medida que se los necesita. Este yo comienza
a hincharse las pelotas de mantener tanta gente y empieza a sacarse
de encima los personajes que detesta y empieza a ser el mismo.
Contesta al tachero lo que corresponde y palmea el trasero de las
minitas en el casorio.
Sócrates bebiendo
la cicuta es un claro ejemplo del “conócete a ti mismo”.
La experiencia nos
muestra como con la edad, todos estos personajes terminan
confundiéndose y se convierten en uno solo, homogeneidad perfecta
que se consigue -estimo- solo a instantes del final terreno.
Cancionero Infantil
Hemos perdido la
hermosa tradición oral de las canciones con que los padres (para no
decir exclusivamente madres) acunaban a los niños.
Dejamos en su lugar, un frío y vulgar dvd -en ell mejor de los casos- de muy dudosa procedencia, adquirido en la vereda, con versiones latinizadas de nuestras amadas músicas.
Recuerdo con ternura la historia del conde de Marlbrouhgt, que se fué a la guerra de la suceción del trono de España y no volvió mas, ni para pascua ni para navidad.
Dejamos en su lugar, un frío y vulgar dvd -en ell mejor de los casos- de muy dudosa procedencia, adquirido en la vereda, con versiones latinizadas de nuestras amadas músicas.
Recuerdo con ternura la historia del conde de Marlbrouhgt, que se fué a la guerra de la suceción del trono de España y no volvió mas, ni para pascua ni para navidad.
Es menester hacer
una reflexión acerca de esa música infantil, no desprovista de
crítica.
Trataré de ser lo
mas ordenado posible, haciendo foco en aquellos puntos que han sido
motivos de preocupación desde hace años. Esto no es una lista
definitiva, ni mucho menos, pero sirve como para que imaginemos hasta
donde nos mintieron.
Chino pero no tanto
Hay una canción de un chino capuchino mandarín, de la era de la era del Japón. Es cierto que cuando nos nombran Uzbekistan o Kazajistán, o Birmania, nos cuesta bastante responder acerca de datos ciertos como cantidad de habitantes o capital, pero China y Japón deberían ser distinguibles a simple vista.
Arroz con leche.
Esta canción,
cantada exclusivamente por niñas en los juegos de ronda,
sugiere en alguna parte que estas pequeñas se quieren casar
“con una señorita
de San Nicolás”
Letra que anticipa muchos años este avance social del matrimonio
igualitario, enarbolado por el Kirchnerismo como una conquista
“peronista” cuando en realidad escuchamos estas estrofas durante
la fascista dictadura de los setentas.
¡Que vienen ahora
con que estamos a la vanguardia de toda latinoamerica en terminos de
igualdades!
Sube el mono a la
palmera.
Esta hermosa canción
infantil, nos narra la historia de un mono que sube a una palmera,
hasta ahi, si bien el tramo recorrido es corto, no encontramos
“grietas” en el discuros, pero concluye la oración: “a buscar
una banana” lo que nos desorienta un poco.
Dudamos que el mono
en realidad está algo pasado de fármacos, o estamos en presencia de
una palmera inventada por Monsanto, o la opción de mucho
mejor vuelo intelectual -que yo prefiero- de pensar una verdulería
en la cima de la palmera. Si algo debemos despertar en el niño es la inventiva.
La Cucaracha
La que mas me gusta
es esta, por muchos motivos como veremos.
Originalmente este
corrido andaluz, devenido mejicano, era entonado a comienzos del
siglo XX, por los partidarios de Pancho Villa, lo que posiblemente
motivara su aggiornamiento.
Eso de “pa ponerle
en el sobrero, del famoso Pancho Villa” no genera problemas
mientras el niño tiene muy corta edad, ahora bien, cuando este ya
pasa las de las operaciones concretas a
las formales piaggetianas, los adultos del hogar deben
vérselas difíciles con las explicaciones sobre terminos como
revolución, como murió don Villa, la reforma agraria y esas
bellezas de la economía política, que todos sabemos que no deberían ser pero aceptamos el acuerdo general que son y no hacemos nada.
Pareciera -visto
así- mucho mas cómodo hablar de curas pedófilos.
Lo realmente
interesante viene con el maquillaje que sufrió en: “porque no
tiene, porque le falta” que raya lo macabro, al quitarle al pobre
insecto “las dos patitasas de atrás”, algo que nos recuerda a
Kafka; todo esto para evitar decir: “marihuana pa fumar” como sugiere el
texto original mexicano de principios de siglo XX.
Señora vaca
Este se lleva todos
los laureles.
“Yo le doy gracias
por todo lo que nos da” dice el niño y comienza una enumeración
bastante Light, vomitiva de tan "polite".
En esta enumeración
solo aparecen la leche y sus derivados, es entendible.
¿Porqué?
Esta idealizada vaca
en cuestión, de hecho no nos da nada, todo se lo quitamos
“mediando violencia” como sugiere el código penal.
Además, al
agradecerle todo lo que nos dá, omitimos agradecerle el Vacío
que nos deja. Nada que ver con el vacío que nos deja ella en
esos casos que sugiere Sabina:
“Lo malo no es que
huyera,
con mi cartera y mi
Gibbson Les Paul
peor es que se
fuera, llevandome ademas el corazón”
No se trata de ese
vacío.
Tampoco es un vacío
existencial, ese mismo que
nos llega de regalo en el mismo momento del nacimiento y nos acompaña
durante todo el tiempo que tenemos sobre
este planeta.
Nos referimos al
corte de masa muscular que llamamos vacío, por estos extraños
caprichos del idioma. Junto con este hay una infinitud de otros
cortes de músculos y demás “glándulas de secreción interna” u
“órganos” que deberíamos agradecer a la mentada vaca.
Es lógico ocultarle al niño este robo, puesto que entre la vaca pastando en el campo -como en un cuadro de Molina Campos- y el corte de vacío en la mesa del asado dominical, hay un homicidio -reconozcámoslo- y es el de la angelical e inocente vaca.
No puedo evitar pensar en personajes del Rock convidados a la redacción de la archi escuchada composición tema: "la vaca".
Es lógico ocultarle al niño este robo, puesto que entre la vaca pastando en el campo -como en un cuadro de Molina Campos- y el corte de vacío en la mesa del asado dominical, hay un homicidio -reconozcámoslo- y es el de la angelical e inocente vaca.
No puedo evitar pensar en personajes del Rock convidados a la redacción de la archi escuchada composición tema: "la vaca".
Modas
Los caprichos de la moda, llevan y
traen prendas que deben o no usarse en determinados tiempos y
lugares. Los sombreros no escapan a esta lógica. Hoy han
desaparecido casi hasta la extinción. No deben sorprendernos las
excepciones.
En Argentina -mas precisamente en Córdoba- llamamos gorreados a quienes llevan gorros en la cabeza.
Dimes que tienes en la cabeza -por
fuera- y te diré quien eres:
Capelina = Teté Custarot.
Caplina grande = Susana Gimenez.
Capelina enorme = Flor de la V.
Gorra de invierno = Escritor (puede
acompañarse de pipa)
Boina = Idem del anterior pero de
izquierda.
Pasamontañas = Auxiliar de salidera
bancaria.
Gorra con visera recta y enorme =
Adolescente descubriendo el mundo, midiendo umbrales de tolerancia.
Gorra de lana = Adolescente atérmico
o aprendiz de rastafari.
Gorra con inscripción de club de la
NBA = Gobernado al que mandaron a pintar el frente.
Gorra azul y visera negra plásica =
LA GORRA.
Gorra blanca y visera negra plástica
= Piloto aerocomercial bimotor.
Otros colores de Gorra = Seguridad
privada.
Sombrero de Pana = Proxeneta,
también llamado Fiolo.
Sobrero de Paja = Desorientado para
casting de Los Ingals o integrante de Los Palmeras.
Piluso con colores = hincha de club
de fútbol acorde a los colores del piluso.
Piluso azul = pescador que le
afanaron el río.
Piluso blanco = Posible turista. Si
alcanzamos a visualizar la botella de agua mineral de medio litro o
la riñonera, despejamos la duda.
Funyi = Integrante de ballet de
tango, ligeramente afeminado e incompatible con compadrito oriyero.
Honguito = Mimo que emula a Chapplin
o Sabina.
Gorra de invierno = Bochófilo
invernal.
Gorra tejida con orejeras =
Charanguista o ejecutante de aerófono de caña de grupo andino.
Mexicano de Mariachi = Escapado de
un casorio habiendo robado una prima de la novia.
2 ago 2016
Las Viudas de los Medios Sociales
Las viudas de los Medios Sociales
Me tienen podrido el homenaje contínuo, a diario vemos la nota: “hace ciento un año y tres dias se tiraba el primer pedo de colores, Julio Cortazar”
o “Feliz cumple Freddy Mercury” o “Un día como hoy Segismundo Freud
analizaba a la paciente Ana O y le tiraba algo de onda”. ¿No les jode a
ustedes?
Los
admiro, pero creo que deberíamos continuar con el antiguo y probado
método de la admiración personal.
¡Che, miren como admiro a Piazzolla!
Suena algo pelotudo.
Los socialmedia (se dice socialmidia, haciendo comillitas con los dedos) no solo amenzan mover las fronteras de nuestra vida privada; ademas parecen hacernos creer que nuestro “endeble sistema de creencias” podemos imponerlas a escala global. No está bien.
Si sos devoto de una religión y esta te impone el proselitismo, pues bien, ve y hazlo en la calle.
Cuando tenés que decirle algo a alguien lo mejor es llamarlo y decírselo, no pegarlo en un muro de facebook para que lo vea la hermana, llame a la persona destinada y se lo cuente.
Ojo, este segundo método sabemos que es mas rápido.
Antes la CIA tenía al menos el laburo de averiguar que te gustaba, que estabas haciendo y quienes eran tus amigos, ahora se lo decís vos.
- Imperdible. Birras en @puntaporonga con #juachilastarlipes #mercelapeter y #nachitoelindefinido. Compartido venticinco veces, veinte likes.
En
mayor o menor medida, todos somos escuchados en nuestras pelotudeces,
además de las centrales de “inteligencia”. Cambió la escala. Ahora
podes ser viral.
Siempre dijimos que el intelecto humano nunca supera el IQ 120, en el mejor de los casos. De lo que nunca estamos seguros es de si se puede superar la escala de la pelotudez. Los socialmidia nos muestran como superar esa pelotudez día a día.
- En el estreno de la película francesa “Vivé le Pap” con Girard Depardieu, del director JenaPrierre Selamastic. Cinco likes. Fracaso total.
- Leí “La insoportable levedad Del Sel” Gif animado de globitos amarillos que suben. Y muchas manos aplaudiendo. Manos blancas. “Korruptos resentidos HDMP, aprendan a no odiar yeguos”.
Es
como el imperativo kantiano “obra de tal manera que el máximo de tu
obrar pueda servir de ley universal” pero a la inversa: Con tu opinión,
por pedorra que sea, el mundo va a cambiar.
Queda tácito que te cagás
rotundamente en quien no se conmueva con la Rapsodia en Blue de
Gershwin, o no apriete el pulgar para arriba por una letra de Maná o no
comparta tu tristeza por el Fiscal Nisman.
Amo desde que lo descubrí a Julio Cortazar; es mas, acá debería decir
“Queríamos tanto a Julio”
Pero me da un poquito de miedo que se confunda con:
“Queríamos tanto a Don Julio”
Pero también se que al Julio, al que queríamos tanto, le rompería soberanemente las pelotas este acartonamiento y “tanto rascar donde no pica”.
Además, acepto que alguien pueda no quererlo a Cortazar. Era muy zurdito.
No me gusta el Fernet
con Coca, sin embargo, eso no me resta méritos para ser invitado a “la
misa del águila” llamada a si por terminar en la liturgia de la botella
de dos litros cortada al medio, llenada con hielo y esos dos
ingredientes.
“Y no era peor que otras vidas” concluía Julio Cortazar este tipo de juicios.
El mundo rebalsa de viudas. De viudas al pedo, la mayoría de ellas.
Lo peor es que hay algunos del tipo: “Tributo a Calamaro” que se hacen en vida del -supuesto- procer.
¿No conviene esperar que muera? No se, digo, a efectos de facturar me parece mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)