Hemos perdido la
hermosa tradición oral de las canciones con que los padres (para no
decir exclusivamente madres) acunaban a los niños.
Dejamos en su lugar, un frío y vulgar dvd -en ell mejor de los casos- de muy dudosa procedencia, adquirido en la vereda, con versiones latinizadas de nuestras amadas músicas.
Recuerdo con ternura la historia del conde de Marlbrouhgt, que se fué a la guerra de la suceción del trono de España y no volvió mas, ni para pascua ni para navidad.
Dejamos en su lugar, un frío y vulgar dvd -en ell mejor de los casos- de muy dudosa procedencia, adquirido en la vereda, con versiones latinizadas de nuestras amadas músicas.
Recuerdo con ternura la historia del conde de Marlbrouhgt, que se fué a la guerra de la suceción del trono de España y no volvió mas, ni para pascua ni para navidad.
Es menester hacer
una reflexión acerca de esa música infantil, no desprovista de
crítica.
Trataré de ser lo
mas ordenado posible, haciendo foco en aquellos puntos que han sido
motivos de preocupación desde hace años. Esto no es una lista
definitiva, ni mucho menos, pero sirve como para que imaginemos hasta
donde nos mintieron.
Chino pero no tanto
Hay una canción de un chino capuchino mandarín, de la era de la era del Japón. Es cierto que cuando nos nombran Uzbekistan o Kazajistán, o Birmania, nos cuesta bastante responder acerca de datos ciertos como cantidad de habitantes o capital, pero China y Japón deberían ser distinguibles a simple vista.
Arroz con leche.
Esta canción,
cantada exclusivamente por niñas en los juegos de ronda,
sugiere en alguna parte que estas pequeñas se quieren casar
“con una señorita
de San Nicolás”
Letra que anticipa muchos años este avance social del matrimonio
igualitario, enarbolado por el Kirchnerismo como una conquista
“peronista” cuando en realidad escuchamos estas estrofas durante
la fascista dictadura de los setentas.
¡Que vienen ahora
con que estamos a la vanguardia de toda latinoamerica en terminos de
igualdades!
Sube el mono a la
palmera.
Esta hermosa canción
infantil, nos narra la historia de un mono que sube a una palmera,
hasta ahi, si bien el tramo recorrido es corto, no encontramos
“grietas” en el discuros, pero concluye la oración: “a buscar
una banana” lo que nos desorienta un poco.
Dudamos que el mono
en realidad está algo pasado de fármacos, o estamos en presencia de
una palmera inventada por Monsanto, o la opción de mucho
mejor vuelo intelectual -que yo prefiero- de pensar una verdulería
en la cima de la palmera. Si algo debemos despertar en el niño es la inventiva.
La Cucaracha
La que mas me gusta
es esta, por muchos motivos como veremos.
Originalmente este
corrido andaluz, devenido mejicano, era entonado a comienzos del
siglo XX, por los partidarios de Pancho Villa, lo que posiblemente
motivara su aggiornamiento.
Eso de “pa ponerle
en el sobrero, del famoso Pancho Villa” no genera problemas
mientras el niño tiene muy corta edad, ahora bien, cuando este ya
pasa las de las operaciones concretas a
las formales piaggetianas, los adultos del hogar deben
vérselas difíciles con las explicaciones sobre terminos como
revolución, como murió don Villa, la reforma agraria y esas
bellezas de la economía política, que todos sabemos que no deberían ser pero aceptamos el acuerdo general que son y no hacemos nada.
Pareciera -visto
así- mucho mas cómodo hablar de curas pedófilos.
Lo realmente
interesante viene con el maquillaje que sufrió en: “porque no
tiene, porque le falta” que raya lo macabro, al quitarle al pobre
insecto “las dos patitasas de atrás”, algo que nos recuerda a
Kafka; todo esto para evitar decir: “marihuana pa fumar” como sugiere el
texto original mexicano de principios de siglo XX.
Señora vaca
Este se lleva todos
los laureles.
“Yo le doy gracias
por todo lo que nos da” dice el niño y comienza una enumeración
bastante Light, vomitiva de tan "polite".
En esta enumeración
solo aparecen la leche y sus derivados, es entendible.
¿Porqué?
Esta idealizada vaca
en cuestión, de hecho no nos da nada, todo se lo quitamos
“mediando violencia” como sugiere el código penal.
Además, al
agradecerle todo lo que nos dá, omitimos agradecerle el Vacío
que nos deja. Nada que ver con el vacío que nos deja ella en
esos casos que sugiere Sabina:
“Lo malo no es que
huyera,
con mi cartera y mi
Gibbson Les Paul
peor es que se
fuera, llevandome ademas el corazón”
No se trata de ese
vacío.
Tampoco es un vacío
existencial, ese mismo que
nos llega de regalo en el mismo momento del nacimiento y nos acompaña
durante todo el tiempo que tenemos sobre
este planeta.
Nos referimos al
corte de masa muscular que llamamos vacío, por estos extraños
caprichos del idioma. Junto con este hay una infinitud de otros
cortes de músculos y demás “glándulas de secreción interna” u
“órganos” que deberíamos agradecer a la mentada vaca.
Es lógico ocultarle al niño este robo, puesto que entre la vaca pastando en el campo -como en un cuadro de Molina Campos- y el corte de vacío en la mesa del asado dominical, hay un homicidio -reconozcámoslo- y es el de la angelical e inocente vaca.
No puedo evitar pensar en personajes del Rock convidados a la redacción de la archi escuchada composición tema: "la vaca".
Es lógico ocultarle al niño este robo, puesto que entre la vaca pastando en el campo -como en un cuadro de Molina Campos- y el corte de vacío en la mesa del asado dominical, hay un homicidio -reconozcámoslo- y es el de la angelical e inocente vaca.
No puedo evitar pensar en personajes del Rock convidados a la redacción de la archi escuchada composición tema: "la vaca".
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