12 may 2013

Lemiteliusansin - Prefacio



Esfuérzate en ser un re-loco, de lo contrario terminarás convertido en un re-cuerdo.

Individuos hay -y hubo- sobre el orbe, que justifican el movimiento de rotación de la esfera celeste con su sola presencia, ora por hermosura, por la hermosura que siembran en el mundo a su paso, por la hermosura que transmiten en con el verbo, maravillados de la hermosura que les muestra la realidad, porque no ven con los mismos ojos que el resto de los mortales; ora su bondad, ora su fe inquebrantable y debemos dejarlos deambular ese (su) y no otros mundos, en el ejercicio de ese verbo, que es un acto de lucha, narrar otra realidad es un acto revolucionario.
Para ciertas culturas son santos, para otras héroes, para otras, justos. Dice Silvio Rodriguez que dice Bretch que son imprescindibles.
Muchísimos de esos increíbles seres, me han honrado con su persona “en el lento ejercicio de los días”, con lo mas importante que tenían: su verbo, su amistad; merecen por ello sobradamente mi rescate escrito, por ser lo único con cual poder honrar tal dignidad, porque ya son parte de mí, en la huella que deja su recuerdo; se cruzaron en ese camino que yo transitaba convirtiéndose en “hermanos que se eligen”. Valga este escrito a modo de magro homenaje a toda esa gente. sin la cual el mundo posiblemente girara, pero seguramente no podríamos llamarlo mundo.
Exite una doctrina que apunta “el solo hecho de nacer, condena a la estirpe humana a la fatalidad”.
El mito cristiano encontró la barroca figura del pecado original para dibujar esta fatalidad, por mucho que lo neguemos, la cereza del final terreno está presente en cada segundo de existencia. Nos anoticia de esto, la partida de los que queremos, nos recuerda que no se trata de un hecho eventual cualquiera, distraemos nuestro yo procurando teñir con virtudes lo que nos toca vivir, haciendo siempre a un lado aquella fatalidad latente.
Otra doctrina ve en nuestro paso por la tierra, un regalo inmerecido y que debemos corresponder a ese presente divino, festejando el tiempo que compartimos con aquellos, y tratando de hacer llevadero el presente de los que quedan. Esto pretende cumplir con ambos preceptos al mismo tiempo, haciendo que sonrías al recorrer esta caricatura narrada.

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