20 abr 2013

Iustitia

Justicia


Jacinto Ruiz, es una especie de Capablanca de cabotaje.  Afecto al ajedrez, la fe en todas las religiones posibles y los tóxicos, que lo acercan a la fe.

Pasó unos días alojado por cuenta y orden del estado, culpa de esas curiosidades del anacrónico código penal -parte especial- donde sugiere encerramiento de “el que fumare porquerías, etc”. 

Tuvlo la mala fortuna de coincidir espaciotemporalmente su persona y la de un abnegado agente del orden, de aquellos apodados como "la Iuta",  hecho este que no debería per se originar un inconveniente. 

Lo que si originó problemas, fue la salida brusca e involuntaria desde todos los orificios de la cara del primero, de ciertos humos con ese particular aroma, por risa estruendosa y comentarios acerca de Metálica y la sinfónica de San Francisco.

Jacinto Ruiz, sostiene vehementemente que cuando escucha a ciertos individuos exponer “yo creo en la justicia”, la frase que están exponiendo en verdad es “yo creo en mi dinero y todo lo que está a su alcance”, solo un pelotudo puede creer en la justicia que avaló el vaciamiento del estado, legitimó la deuda externa, no se enteró del genocidio y le quitó el dinero a los pobres para dársela a los BANCOS EXTRANJEROS

No hay un solo (casi se me escapa puto) habeas corpus en toda la dictadura.

Un verdadero chiste de mal gusto. El corpus legal y las instituciones a él ligadas, están al servicio, no de EL bien común, sino de SU bien común. 

Pueblan los juzgados y secretarías los fronterizos 1 vástagos de las familias bien, haciendo uso de puestos vitalicios y hereditarios, que vegetan en un lugar que lejos de buscar la justicia, están ahí para entorpecerla, ayudados en gran medida por su condición de retraso mental. 

Mientras tanto cobran sus diez mil mensuales sin erogación impositiva, lo que cualquier argentino medio alabaría con la frase “¡Qué Jugador!”. 

Nuestro bienamado país parece un conglomerado de corporaciones en pugna, que cierran filas y nos hacen creer que es por el bien de sus integrantes o compañeros –cosa que sería lógica y loable- pero lo es, solo para el mantenimiento del Status Quo

- ¿Qué otra cosa es la justicia -preguntarás con razón-, sino el triunfo final del Status Quo

Nada mas parecido a la calma chicha de la nave, la ausencia de viento en donde solo resta esperar, la llegada del viento es ponerse en marcha, ir a sus puestos, atar cabos, cosas que pocos parecen ansiar. Lo que más me gusta de la marcha –esta de las embarcaciones- más allá de la adrenalina, las maldiciones. La aludida preferencia del camino a la posada a la que hiciera referencia Alonso Quijano (o Quexada).

Cierta vez leí que nada de lo que hizo el nazismo era ilegal, ni el racismo en estados unidos, ni el apartheid.  La justicia tiene poco que ver con la ley y mucho con quienes detentan el poder.

Oct 2002 
1 Fronterizo: eufemismo elegido por Dalmacio Velez al tipear el código civil, para referirse a los pelotudos. No confundir con conjunto folklórico que no son ningunos pelotudos.

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