Muy por el contrario a lo que opina la clínica psicoanalítica clásica, lo que un hombre encuentra en una mujer, no es el "objeto de amor", ni la teta perdida, ni el amor de la madre. Lo que encuentra es un sustituto a la "asesora de imagen" privada, mundial destinada a desacreditar gustos y pareceres, en lo que a estética vestimentil se refiere. Nunca la ropa elegida era la adecuada para la madre, llegando a extremos bélicos de regalar prendas amadas por los hijos, momento que da nacimiento al debate interno de la comisión o no del matricidio, no realizado en acto, gracias a coacción ejercida por artículo 87 de parte especial del código penal donde reza, "el que matare a su ascendiente, descendiente o cónyuge, sabiendo..." y el agravamiento de la pena en tantos tercios, que se computan desde la medianoche del día, sumada la mitad mas uno, en alícuotas partes.
La legítima
esposa llega a suplir esa falta en los años adultos.
Todo parece
indicar que las hijas hacen lo mismo en los últimos años de ese
padre, que ya merecería un descanso, después de tanta mujer.
-Porqué no
pasas al comedor -dijo la mujer del turco, mientras este terminaba de
asar el pollo en la vereda-
-Porque Io y el
Tulio nos queremo comer el poio en la vereda- argumentaba el buenaso
del turco con el vaso de gancia y restos de morcilla fría en la
comisura de los labios.
¿Es tan difícil
de entender? Nunca se preció de ser un lord inglés para que la
mujer -propia- lo empuje a eso. No creo.
-Cambiate el
pantalón -sugiere ella con un tono de voz que dista mucho de la
sugerencia-
-¿Porqué?
-pregunta Jacinto mirando la parte trasera del mismo, como si se
hubiera sentado en un banco de pintura fresca. Presume a su mujer en
conocimiento de algo que él ignora.
-Te queda mal.
-Ahhh. Una vez
descubierto el origen del juicio de valor1
y la no correspondencia a la categoría "pintura fresca",
agrega temeroso... problema mío. Lo cual terminará generando
problemas de crecimiento testicular a corto plazo.
-Te vas a juntar
con todos tus amigos que andan con ropa de marca y vos con ese
pantalón.
-Vos no venís,
así que no te preocupes.
Jacinto ya no
alude con las palabras, sino simplemente elude, y hasta por ahi
nomás.
-¿Te pregunté
por casualidad como me quedaba?
-No -dice ella-
pero...
Inutilmente
Jacinto argumenta en favor de los afectos que lo ligan a ese pantalón
con el que fue a la cancha y el Luifa Artime hizo un gol, y con el
que fueron a comer un asado a lo del finado "la Rana",
cuando chocaron a la vuelta, que casi se matan.
Sale Jacinto
correctamente vestido con un buzo oscuro, que ella le comprara sin
pedirlo, es mas barato a la salud por diferencias de presión,
sístole, diástole, ponerse el pantalón que ella quiere.
Baja del auto en
la casa de Sisoco uno de los chicos mas pequeños de la casa sugiere.
-Tío, vienen
para hombres esos pantalones- lo que le pinta a las claras la que le
espera
1
Sisoco entendía que "el juicio de valor" se refiere a la
acción legal del estado contra la superbanda del gordo Valor.
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