15 abr 2013

Tutorial para el arte



El proceso de absorción de la materia prima del arte, debe hacerse, preferentemente, de mañana, momento este en que todas las energías se hallan disponibles, por cuestiones homeostáticas que exceden holgadamente las intenciones de este magro manuscrito. Bien podemos desoír este consejo, abunda bibliografía que da cuenta de individuos que imaginan rimas de noche, pintan en verano, cantan durante la ducha vespertina, u observan un rostro sonriente, son transportados a otra realidad espaciotemporal y componen un poema que olvidan instantaneamente, como si fuera el único cometido.
Es el formato de la naturaleza, y debemos acompañar sus ritmos, todo amanecer es arte puro, explosión de vida, no por nada cantan los pájaros, festejando haber sobrevivido otra noche a los depredadores.
Si agudizamos bien la vista, descubriremos, no sin algo de terror, que cada sonido, cada escena del patio de la casa, cada instante único de llovizna de lunes, al salir al trabajo, no es otra cosa que un poema.
No hay que escribir constantemente, o pintar o dejar que las manos fluyan sobre la arcilla, es un error muy banal y común asociar el aprendizaje de las técnicas con las que nos mejoramos, a la producción artística misma (propia), a simple vista no difieren, pero lo hacen y mucho. Tal vez esto intente solo ser un magro ejemplo de lo primero, pero distinguir los unos de los otros es nuestra gran cruzada, arriesgaría que la vida se nos va en el intento, y aun así, vale la pena.
Harto cierto es que el pincel debe ser parte de tu cuerpo, una extensión, como tu guitarra o las palabras, ya el canadiense Mc Luhan lo adelantaba, podríamos extendernos ad Infinitum en este punto.
Porque cuando el desgraciado momento llegue y escribas (sin detenerte a nada) no sabrás quien está produciendo. No sabrás quién pulsó las teclas de la máquina de escribir, porqué elegiste ese adjetivo o porque mataste a un personaje, al que amabas como a un hijo.
El momento de la producción es tal que el cerebro parece salirse del compartimiento destinado a contenerlo, como lo hacen los panes dulces de navidad respecto de su molde; el alma sobresale del cuerpo en formato de lágrimas, sonrisas, angustias, o diarreas. Son solo algunos de los rasgos visibles a los ojos de los mortales, del que está pronto a hacer algo bueno. Hay que tomarlo solo como indicadores de lo que vendrá.
Puede que ese momento no llegue nunca, pero no conviene desesperar, de lo contrario no haremos mas que agregar tensiones que lejos de ayudar entorpezcan la labor, tendrás que esperarlo atenta y pacientemente, sabiendo que puede ocurrir en el momento y lugares menos pensados, como una muerte más. El baño, el transporte urbano de pasajeros, una reunión del colegio de los niños. Las misas (recitales), las lecturas de ciertas gentes, una música horrible que llega después de muchos años y nos hace llorar, miles son los emotivos (sic) motivos.
Conviene, a los fines meramente prácticos, moverse por el mundo con un par de hojas en blanco y una lapicera a la espera de ese momento. Para mi gusto, el papel es mas útil –mucho- que las cortaplumas (esas que usan los Mc Giver, que sirven para muchas cosas) o los teléfonos móviles, pero no se, las opiniones en contrario son mayoritarias y hoy dudo de mi coherencia para sostener un argumento frente a tales enemigos. Además hay que saber elegir, tanto las batallas que pelear, como los adversarios1, muy importante en esto de los versos, que a veces son adversos.
De mas está decir que no hagas alarde de ello (de haber sito tocado por la musa), no podés andar haciendo callar la gente o salirte de una reunión de trabajo, corriendo porque querés bosquejar una idea, el vulgo es poco tolerante con los artistas, sus miradas, vestimentas y actitudes asustan a los mas pequeños, y a los grandes también. Conviene dejarlo para ese momento de paz de los que todos gozamos en mayor o menor medida, esos diez minutos por semana en que todos se acostaron, se apagó la máquina de alucinación colectiva –que algunos llaman televisión- y que decís ... ¡bien, ahora o nunca!
Otra alternativa es la mentira piadosa “no me siento muy bien hoy” y te encerrás en la habitación (puede inclusive que sea cierto, porque el arte duele), no abuses de este recurso menor, a la larga se te hace hábito y pronto terminarás en un instituto de rehabilitación, yo se porque te digo, has dicho tantas veces “no me siento bien” que terminan creyéndolo. Otro escondite de rigor es el baño, con sus ventajas y desventajas. Entre las primeras figura la seguridad de la No interrupción, dentro de las desventajas, la creencia generalizada entre los allegados que estén rindiendo culto al dios Onán, que incluso puede ser cierto.
Hay un viejo mito respecto de la producción artística, del hombre que soñaba genialidades todas las noches, pero las olvidaba completamente al despertar2. Al despertar no recordaba nada, solo retenía una ligera amargura de la pérdida, esa era su única certeza por la mañana. Decidió por fin no irse a dormir sin estos simples adminículos (papel y lápiz antes mencionados).
La simpleza es un rasgo indispensable del arte. Las formas simples bien combinadas son mas sublimes que las formas complejas sin coherencia, no transmiten el mensaje. Porque de eso estamos hablando, de un mensaje. La finalidad de todo mensaje es que se entienda, de nada vale pintar para un público que entenderá tu mensaje cincuenta años mas tarde, o mejor dicho si, servirá para que tus nietos se hagan millonarios y se peleen por la herencia al punto de saludarse solo en fiestas de guardar y velorios (tuyo incluido).
Sigamos con el soñante. Esa misma noche soñó la mejor de las historias, tan intensamente que despertó del sueño y en una apretada síntesis lo dejó escrito para la darle forma al despertar (ya definitivamente como el resto de los normales) por la mañana. Cuando regresó de la higiene bucal, leyó en el papel “un hombre ama a una mujer”. Ocurre, y seguido.
En algún lugar leí a alguien recomendar “no pintes con las manos ni el cerebro, hazlo con el hígado y las muelas”, es mucho mas adentro que el cerebro. Creo que era Sturgeon. Si, en “Nuevamente Sturgeon” pero no con esas palabras, de mas está decir que eran mejores.
¿Como reconocer ese momento preguntarán? bien, es algo como la historia que sigue.
El hallazgo del la belleza artística nos detiene, nos paraliza, porque logró mover una asociación interna que esta haciendo un falso contacto, una soldadura en mal estado, entonces es el zopapo en los dientes, la ventana que nos golpea en la frente, exactamente igual. PAF.
Venías caminando tranquilamente por la vereda y un puño correctamente orientado en dirección de tu nariz cumple el objetivo, su razón de ser, esto es dar con ella (el apéndice nasal). El cerrar de un puño, tiene poco sentido “per se” salvo dar con narices ajenas por ahí.
Y como en la perinola u otros juegos de salón infantiles experimentas eso de “regresas tres casilleros” y la mezcla de sensaciones te aturde, el gusto de la sangre, aturdimiento de estrellitas, la falta de equilibrio tratando que no haya nada en tu caída hacia atrás, y descubrir tristemente que ese puño pertenece a una mano, que pertenece a un brazo, que pertenece a un tipo demasiado grande para tus gustos boxísticos. El mismo que con esa misma mano acaricia un trasero al que nunca deberías haberte acercado (¿o si?). Veremos.
Simple, ya tenés el diagnóstico de la situación. Tipo celoso no tolerante de triángulo, tu escasa masa muscular en brazos y espaldas hace que él analice la venganza por los puños como una de las opciones que mas aplacaría su deshonra, muy a tu favor esto, otra (u otras) de las miles, es matarte sin mas dilación.
Para que la segunda no ocurra, esto es, vestir el sobretodo de madera AB AETERNUM, deberás esforzarte mucho en no hablar ni explicar nada, NUNCA, no tiene sentido3. Hubo casos inclusive de tipos que se toleraron estoicamente más de una golpiza, por cola de paja, por las dudas, uno nunca sabe. Solo respondé en forma inteligentemente errónea dichas trompadas, así alimentas su ego al colocarte algunas mas, asegurate que te lleguen y duelan –las de él obviamente-, la medicina prepara hará algo por lo que queda de tu cuerpo, la cuota del seguro de sepelio nunca está al día (para tu tranquilidad, es un standard mundial), en el caso optimista caso que lo tengas.
Recomendaciones necesaria y ociosa de último momento, hay traseros que valen 99 coscorrones de Mike Tysson, otros ni siquiera una puteada en sánscrito, por lo que siempre debés tener estos parámetros de COSTO / BENEFICIO totalmente en claro. Tomalo como un punto de vista mercantilista, económico del amor.
Una tranquilidad que debés tener. El deshonrado solo pegará 3 piñas a lo sumo, que duelen mucho o poco, ninguna “golpiza pasional media” supera los tres minutos, siempre hay buenos samaritanos dispuestos a ayudar, deteniendo estas peleas, como una secreta cofradía de los “hermanos acariciadores de traseros equívocos”. Puede ser necesaria cirugía dental al otro día, pero eso está fuera de los cálculos de este sencillo “paper”. La aguja que monitoreaba el peligro sobre tu –supondremos- preciada vida, para ese momento ya habrá abandonado la zona roja de DANGER y habrá alcanzado la amarilla, si damos por existente un tablero celestial donde figuren nuestros manómetros vitales.
Ahora algo muy importante, es preferible que pegue él y no ella, si bien son de menor fuerza (no estoy muy seguro de esto último tampoco), nunca se conformará con menos de treinta y posiblemente necesite varias sesiones de treinta, que dosificará a lo largo de meses a medida que te cruce por la calle, acompañado de voces un par de octavas mas alta que la voz que utiliza normalmente (llamado comúnmente falsete por los doctos en música), lágrimas y mocos, y llamadas telefónicas que hubieras pagado fortunas por que no haga, y ...
Por lo que, como decía Maquiavelo, “si puedes elegir”, elegí que los golpes sean de parte de él.
Volvamos un segundo a las conveniencias, cuidado, si ella no pega, elegirá algo mucho mas doloroso, como comentarte al pasar en una reunión de superados amigos de izquierda como vos, a la que seguramente encontró la forma de ser invitada, que bien lo hacen los demás o cosas por el estilo como le pasó a Dalmiro. Puedo asegurarte que es mas barato un pomo de átomo desinflamante y hielo, que muchos años de sesión para curar esa herida en el alma. Y de mas probado éxito terapéutico.
Rogale que te pegue.
Víctor, el finado, andaba desperdiciando amor y arte por el mundo, tenía demasiado para dar, era sabido, pero ello le granjeó un nutrido ejército de cornudos enemigos, mas no fue un zopapo sino el temido enemigo interno el que terminó con sus días. Se colgó del cuello sin haber llegado a los treinta, antes que un enemigo lo colgara de un lugar mas doloroso y vergonzoso.
Y por esas raras casualidades, ciertos (sino todos) los cuerpos femeninos son hermosas esculturas que debés trabajar horas con tus manos como un trozo de arcilla, ellas son un arte en si mismas, objeto y meta del arte. ¿y este comentario que hace acá? No se, pero tenía ganas de ponerlo.
Existe un amplio sector de la doctrina que sostiene que para poder producir arte, debés pasar indefectiblemente por situaciones como la narrada (violencia mas, violencia menos) con mediana frecuencia, otros sostienen como causa eficiente y suficiente la muerte de un perro. Ambas con argumentos de peso.
Cuenta la mitología que Astor Piazzolla escribió “Adiós Nonino” en diez minutos, después de la muerte del padre y creo no equivocarme al conjeturar que hubiera resignado toda su carrera artística por 10 minutos mas de vida de su padre y decirle un par de cosas, o solo verlo sentado en un sillón del living. Esto último parecería inclinar la balanza a favor de la tesis de vivir de amor en amor. Otra cosa que tampoco se.
No podemos andar por la vida perdiendo familiares consanguíneos en primer grado, por la sola necesidad de escribir o pintar, pero tampoco es muy sano lo otro, como vimos. Como dice Cacho Buenaventura “Vo ve”
Vi cierta vez un pié de página en un soneto que rezaba “compuesto en el templo de Atenea en ...” (no recuerdo del lugar). Traté de hacer algo así cuando estuve por casualidades de la vida en Agrigento, debajo del Templo de la Concordia. Caminaba con mi amigo y compañero de viaje Héctor –nombre homérico por simple coincidencia- cuya principal facultad era verlo con sus híbridos ojos japonés-argentino que era4, casi un personaje homérico ahora que lo veo escrito.
Contemplaba –yo- ese atardecer de magníficos templos y no aparecían las ideas hasta que por fin PAF, el sopapo resonó muy fuerte en el parietal izquierdo, pero para mi gran sorpresa no eran semidioses que bajaban del friso, escenificando batallas en el “anchuroso ponto abundante en peces” sino imágenes de mi infancia, el patio con mi mamá, las bolitas en mi colegio primario, una bicicleta inexistente, mis faltas en lo deportivo (totales), una niña que caminaba una cuadra antes todos los días en mi periplo educativo. Mil mas.
No cerré ninguna idea, es mas, las olvidé antes de subir al ómnibus que nos llevaría al próximo punto turístico, pero descuidé –no era la primera vez- la verdadera “excelente oportunidad” para escribir.
En esa situación ensimismada una polaca u holandesa, o algo me cruzó la mirada y descubrió lo que me pasaba, dijo algo en inglés de no inglés y yo contesté en un idioma igual de negligente que estaba todo bien.
Héctor, con su sabiduría oriental sentenció:
–Ocurre- y sonrió por única vez en todo el viaje.
Nunca le pregunté si se refería al templo y mi sentimientos hacia él, o hacia el otro templo, el de carne y hueso y mi cobardía.
Ya en el colectivo comenzó el genio narrativo a trabajar... ella era la hija de un joyero suizo, escapada en busca del amor de un latino ... posibilidad de la vida en la isla propia que tienen en la polinesia ... o está haciendo una tesis sobre violonchelo ... pinta en un atelier de Houston ... es cerebro es muy plástico en estos casos, nos sorprende en su capacidad de asociaciones inverosímiles.
-¡Comé pelotudo se enfría y está buenísimo! –dice otro compañero en la mesa y nos ancla a la realidad. Debería haberlo matado, la estaba pasando muy bien con la habitante del mercado común europeo.
No hacen falta hechos de la realidad –aunque ayudan en muy gran medida- léase sino las instrucciones para tener miedo de Cortazar, varias veces. Después de la quinta relectura te invadirá el miedo, indefectiblemente. Mucho y variado.
La prosa es sencillísima, las palabras casi mezquinas, no hay adjetivos antojadizos ni rebuscados, pero si miedo y lo imagino a Julio riendo tras esa máquina de escribir, sabiendo lo que causaría su nada en la nada del futuro. Su genio en el absurdo de provocar algo en el alma de alguien, a años de su muerte. El jugaba con eso, y bien.
El arte ocurre sentenció Borges.
Una reunión de adolescentes o estudiantes universitarios, uno de ellos toca la guitarra (mal) pero ... “es lo que hay”5
Los acordes son los que corresponden, pero solo en alguna medida, pocos lo notan, a nadie le importa.
Los dedos no pulsan las cuerdas que corresponden, o lo hacen con presión insuficiente. El cerebro piensa una cosa y los dedos no obedecen porque aun el movimiento es conciente, y debe ser un reflejo ... al pensar el do sostenido, el índice debe ejecutarlo sin la menor sospecha del individuo, que debe estar atento a algo mucho mas importante:
¿Las miradas de las minitas y preparar el remate? –pregunto-
NO pelotudo, ¡estamos hablando de arte! , debe estar presto a la creación, al arte que debe ser una canción.
¡Ah!
"De alguna manera tendré que olvidarte
Por mucho que quieras, no es fácil ya sabes ...."
Ni la letra ni la música (mucho menos la música) tienen vuelo, ni un guiño, ni un experimentar algo raro, pero es efectivo, logra el cometido último del arte, pasar un pedacito de alma de alguien a un tercero, si es de sexo opuesto, tanto mejor. El pibe podría chasquear los dedos y elegir para esa noche cualquiera de las cinco o seis pero elige la peor de las traiciones, se traiciona a si mismo por el placer (muy egoísta) de guardarse eso para poder narrarlo. O no, solo se traiciona por cobardía.
La otra fuente interesante para explorar es el odio, no casualmente su par antagónico, ese que sienten los lationoamericanos hoy 04 de agosto del 2002, al notar que fueron objeto de robo, les robaron las ilusiones, y todos quieren ser Eduardos Galeanos para poder contar esto, como solo él puede hacerlo.
¿Porque narrarlo?, porque no hay forma de darle otro trámite a esto que nos pasa. Lo que no se puede explicar, se narra dijo Althusser. Es inexplicable, vivimos en una utopía negativa encerrados en el discurso.
Demasiado de ese odio hay en las páginas precedentes para abundar en él ahora, que recordamos femeniles motivos de escritura.
1 Gibbon, habiendo salido airoso de un enfrentamiento intelectual donde se lo acusaba falsamente de ser un falsario, sentenció “un triunfo frente a tales antagonistas, es vergüenza suficiente”
2 Ríos de tinta han corrido al respecto en la bibliografía psicoanalítica.
3 “Dejame que te explique” argumentaba el finado Rafa luego de una seguidilla de crosses al mentón, el golpeante contestó “a ver explicame que haces en mi cama con mi mujer en pelotas”
4 Me refiero a su filosofía oriental, no a lo cerrado de los ojos.
5 Procurá aprehender un instrumento hijo mío, yo se lo que te digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario